El ojo de Saurón mira a la América

La ex agente aeroportuaria María del Luján Telpuk, ratificó que aceptaría un careo con el venezolano Guido Antonini Wilson y admitió que tiene miedo. “No es fácil estar acá; estoy en el territorio de Wilson, esto es nuevo para mí”, expresó la mujer que declarará en el juicio por el escándalo de las valijas.

Los medios de comunicación están plenamente pendientes de este caso. Un asunto de corrupción que no supera a la venta ilegal de armas, la explosión de la fábrica militar en Río Tercero, leyes de impunidad para los genocidas, trenes extraños y tantos otras situaciones que pasan o pasaron en nuestro país.

¿Qué tiene este caso en especial? Nada, es una gran puesta en escena para esconder una realidad tremenda, la reinfluencia norteamericana en América Latina. Los procesos “revolucionarios o de independización” que se estuvieron desarrollando a lo largo de los últimos diez años, están en un momento crítico.

El interés imperialista por el petróleo ayudó a que estos procesos se lleven acabo, pero el fracaso en Medio Oriente provocó que la “mirada de Saurón” vuelva a nuestro continente. En Venezuela intentaron tomar el poder pero no lo lograron. En Colombia siguen apostando al conflicto armado con las guerrillas y armaron una estructura mediática con la liberación de Ingrid Betancourt. Mientras que en Bolivia, se dieron cuenta que apostando a que los conservadores busquen la autonomía, lograrán debilitar el proceso de cambio.

Consignas básicas como igualdad e inserción laboral son algunas de las medidas que quiere implementar Evo Morales. Medidas que quieren terminar con la opresión histórica implementada a los nativos. Es bueno tener en cuenta que éstos representan el 55 % de la población.

Con el 54 % de los votos, Evo asumió como presidente y fue revalidado en su cargo con el 67,8 % de los sufragios; pero para los autonomistas, el representante boliviano es antidemocrático, mientras ellos ya están llevando a cabo políticas “fascistoides”. Asesinan a campesinos, los humillan, generan desestabilización, buscan la división del pueblo y destruyen la economía.

Todo eso está pasando con los hermanos bolivianos y nosotros estamos más pendientes de las valijas de Wilson. De todas formas, hay que quedarse tranquilos porque eso no es todo lo que nos quieren ocultar.

La cuarta flota del ejército del mal ya está navegando NUESTROS mares con el fin de controlar el narcotráfico. Y algunas cositas más como intervenir en las políticas de los países latinoamericanos, en las economías y controlar que sigamos siendo, en muchos sentidos, dependientes de las naciones imperialistas.

No todo es pesimismo, por primera vez en la historia la mayoría de los presidentes sudamericanos, más Cuba y Nicaragua, están brindando su apoyo y oponiéndose a los Estados Unidos. Las grandes cadenas de medios son uno de los pilares fundamentales para terminar con esa luz de esperanza, informémonos por vías alternativas. Se aproximan tiempos difíciles, donde los sectores poderosos tratarán de sostenerse en el poder y terminar con la idea de una América Latina unida.