La verdad abandona a quien grita más fuerte

Apretó “rewind”, esperó un instante… ¡cláck! se escuchó, era el momento para reproducir el cassette. La cinta comenzó a correr…

Pasó un minuto de una intensa interferencia y las preguntas comenzaron a escucharse:

- ¿A qué te dedicas?
- Transmito mi opinión a la gente y luego son ellos los que me eligen, si están de acuerdo conmigo, claro.
- Y… ¿cómo trasmitís tus pensamientos?
- Por los medios de comunicación.

(El entrevistador no lograba definir la profesión de ese personaje tan enigmático)

- ¿Sobre que temas hablas? ¿Te especializas en alguna ciencia?
- No, no, yo opino sobre todos los temas.
- Ahhh, pero seguro tenés una gran preparación. Por ejemplo, ¿qué pensás de los Juegos Olímpicos?
- Es un espectáculo inolvidable, perfecto, ojalá algunas vez lleguen a nuestro país…
- Y la represión…

(Es interrumpido bruscamente antes de terminar la frase)

- No hay tal represión. (Se escucha el movimiento de una silla, todo indicaría que se paró, el tono de voz satura y se llega a oír que realiza una pregunta) ¿O acaso vos ves las imágenes de la policía pegándoles a los tibetanos? Por ejemplo, en Bolivia, se vive una atmósfera de violencia. Violencia provocada por Evo.

- ¡No!, los intereses de los grandes capitalistas de la provincia boliviana de Santa Cruz son los responsables de esos hechos.

(La entrevista pasó a segundo plano, ahora importa más discutir las problemáticas sociales)

- Canal 7 de Bolivia dice lo contrario
- Entonces me vas a decir que lo de Ingrid Betancourt fue tal cual lo vimos por la televisión. Las guerrillas terroristas, un Estado salvador y una mujer víctima de ese grupo colombiano. (Se oye una risa irónica)
- Exacto.
- Pero eso fue armado para reafirmar la figura del presidente Uribe y…
- Y la guerra de Irak fue por el petróleo, falta que me digas.

(El silencio se apodera de la cinta, parece un momento tenso, la tensión llega a tal punto que…)

- Bueno, retomando las preguntas… no me quedó muy claro ¿qué haces de tu vida?
- Soy un trasmisor de la verdad, escribo y les hablo a las personas.
- ¿Cuántos años estudiaste?
- 3 años, pero la verdad no es una carrera difícil, veo poca cultura general.

(Otra vez silencio, pasan dos minutos y se vuelve a romper con una palabra clave)

- Soy periodista.

Esa fue la última voz que se escuchó en el cassette, ya todo estaba dicho. El periodista no era un ignorante, simplemente un acérrimo defensor de la mediocridad de los medios-empresas. Él, como tantos otros, podría ir por sendas alternativas para mostrar la verdad, pero prefiere ser cómplice del sistema.

No se imaginan: ellos también son víctimas, reproducen lo que les dicen…